Título Voces místicas de la naturaleza
Autor(es) Montoya Upegui, Laura
ISBN No
Tipo de publicación Libro
Idioma Español
Edición 4 ed.
Publicación Publicador Misioneras de la María Inmaculada y de Santa Catalina de Siena
Fecha s. f. (reimpresión de la edición de 1961)
Lugar de publicación Medellín
Descripción física (páginas) 312
Resumen En la primera página aparece un epígrafe que será el horizonte y el objetivo del libro: “En todas partes descubrí tu huella; / de tu bondad, en donde quiera el germen. / Más […], ¿dónde está tu peregrino rostro? / ¡Yo quiero verte!”. En el libro, la autora se propone describir cada fenómeno y cada elemento de la naturaleza como la manifestación de Dios, para que sus hijas, las misioneras, a quienes en muchas ocasiones les va a faltar el consuelo de la Eucaristía y del Sagrario, contemplen a su Señor en todo lugar, mientras cumplen con su apostolado. Antes de comenzar, la autora dedica su obra a la Virgen María: “A ti, dedica este tratadito la que destinada a tan largo suspirar por verte, ya languidece en este triste valle de lágrimas. En cambio, Madre hermosa, nacarina perla y dulce reposo del corazón, les dará a mis hijas raudales de amor a ti, profundo odio al pecado y ardientísima sed de salvación de las almas” (p. 7); además, una poesía titulada “Madre” en la cual le pide a María guíe a sus hijas hacia la contemplación, aspecto que necesitan cultivar dentro de su ardua tarea cotidiana: “A tus pies este librito / te dirá, Virgen sin par, / de mi deseo lo ardiente / de vida sobrenatural. / Dásela, Madre, a raudales, / a estas hijas que ansían, / a la naturaleza, hurtar, / íntima esencial [sic]  espiritual. / Y así sus almas encender / en ardiente fuego de amor, / y loores a Dios cantar / en suave lenguaje natural” (p. 9).  La obra está dividida en dos partes. La primera, a su vez, está subdividida en seis: “I. Del cielo”, “II. De los días”, “III. De las aguas”, “IV. De los meteoros”, “V. De los vegetales”, “VI. De los caminos”. En cada una de ellas se ocupa la autora de indicarles a sus hijas un derrotero de acciones y pensamientos respecto a cada fenómeno, objeto o ser de la naturaleza, encabezando cada segmento con un versículo de un salmo, como puede observarse en “I. Del cielo”: “Cubierto estáis de luz como un ropaje; extendisteis los cielos como un pabellón” (Sal. 103, 2) (p. 33). Según los distintos grados de amor, de los cuales trata la segunda parte del libro, el alma puede contemplar las maravillas de la creación y ver en ellas las huellas del Amado. Tales grados del amor, según la autora, van de menor a mayor: “Amor a Dios”, “Amor de preferencia”, “Amor de pésame”, “Amor de gratitud”, “Amor de deseo”, “Amor de complacencia”, “Amor de benevolencia”, “Amor de adoración”. Por último, la autora anexa algunas deprecaciones y actos de amor para que la Congregación utilice con el fin de mantener encendida la llama del amor a Dios y la devoción estando lejos del Sagrario.
Materias Meditación; Autores de Antioquia
Notas: Mención de responsabilidad Análisis y sistematización de información: Ana María Arango Parra, Filóloga hispanista, Universidad de Antioquia.

Proyecto: Memorias y archivos literarios (SILC-Jericó), (2011-2012)

Responsable: María Stella Girón López, profesora de literatura, Facultad de Comunicaciones, Grupo de Investigación Colombia: tradiciones de la palabra (CTP), Universidad de Antioquia. Institución: Banco Universitario de Programas y Proyectos de Extensión –BUPPE- Convocatoria 2011, Vicerrectoría de Extensión, Universidad de Antioquia